Pon la proteína en el fondo de un bol o tazón hondo.
Añade el yogur. Revuelve con movimientos envolventes hasta que se disuleva la proteína y obtener una consistencia cremosa. Si está muy espesa, puedes añadir un poco de agua.
Puedes decorar con frutos del bosque, frutos secos, etc. ¡A disfrutar!